Y un día nos dejó ver su boda, de estilo clásico en un sitio maravilloso, con detalles pequeños... pero ¿Qué no vimos?
Hoy nos cuentas sus secretillos... Lo mejor y lo peor de su boda
Lo mejor:
Lo mejor es difícil de elegir, porque casi todo salió muy bien y guardamos un precioso recuerdo de todo lo que vivimos ese día. Quizás lo que más nos dicen los invitados que recuerdan de la boda fue el lugar de celebración, El Parador de León Hostal San Marcos. Y, sobre todo, el aperitivo en el claustro alto con la música en directo por parte de un dueto de piano y cello que contratamos. Por esas dos cosas (la música en directo y el aperitivo en el claustro) volveríamos a pagar sin dudar.
Aparte de esto, hay dos cosas en las que, desde el principio, teníamos muy claro que nos gastaríamos lo que hiciera falta: las alianzas y las fotos de la boda. Las primeras porque las íbamos a llevar ya todos los días de nuestra vida y queríamos que fueran especiales y de buena calidad. Y las segundas porque, una vez pasa ese día, lo único que queda son nuestros recuerdos y las fotos que nos hayan sacado, así que creo que es importante contratar a un buen profesional que inmortalice ese día tan especial de la forma más bonita posible y poder revivirlo después en cualquier momento viendo el álbum o enseñándoselo a nuestros hijos.
Y lo peor:
Cuando planeas algo tan importante como tu boda con tanta antelación siempre piensas que algo puede salir mal, es imposible tener todo bajo control, porque siempre pueden ocurrir cosas que cambien tus planes en el último momento. Creo que es importante ser consciente de que algo así puede ocurrir, para intentar llevarlo de la mejor manera posible.
En el caso de nuestra boda, lo que salió mal fue el ramo. Yo había encargado un bouquet de peonías rosas y sabía que septiembre no era la época adecuada para ellas, pero la florista me dijo que no me preocupara, que me las traería sin ningún problema. El mismo día de la boda (me casaba a las 12:30 horas), mientras yo estaba en la peluquería, mi padre fue a recoger el ramo y, cuando me lo trajo, casi me da algo… Eran cuatro peonías medio pochas a las que les habían rociado por encima una especie de spray metalizado para disimilar su mal aspecto.
Como faltaba muy poco para la boda, yo no sabía muy bien qué hacer; pero, mientras acababan de peinarme, le dije a mi padre que volviera a la floristería a ver si podían hacerme un nuevo bouquet sólo con rositas pequeñas en color rosa claro (una flor muy común y que supuse sería fácil que tuvieran). La florista me lo preparó a contrarreloj y no me cobró nada por el nuevo ramo, que por cierto quedó muy bonito.
Mil gracias a ésta dulce chica por contarnos su experiencia.
Besitos de Hada Madrina
Muchas gracias por el post! Me ha encantado responder a tus preguntas. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias a ti por compartirlo con nosotras!!!
EliminarMuchas gracias Naroa. Ya veo que tú también eres de manualidades y tu blog está genial.
ResponderEliminarBesitos
Hola, guapa!
ResponderEliminarEl otro día leí la actualización en mi email, y me encantó. En verdad, es muy dificil tenerlo todo bajo control!
Un beso fuerte y feliz Lunes!
Es verdad que es muy difícil. Por eso se agradecen tanto testimonios como éstes, para aprender de lo bueno y no caer en los mismos errores.
EliminarBesitos
Me ha encantado este post Hada Madrina!
ResponderEliminarBesitos